Derrotas que saben a victorias

¿6 de febrero ya? ¡Esto qué broma es! Y, mi cumpleaños al caer... ¡Uy, uy, uy! Cambiemos de tema que me pongo nervioso.

Ayer tuve el privilegio de perder mi primer partido del campeonato de tenis (estaba co-líder). Vamos, que me tocaron la carita. Y lo más gracioso de todo es que hice mi mejor partido. Jugué un muy buen partido, de verdad. 

Pero no me quedo con eso, aunque sepáis que no me gusta perder ni a las chapas. Ayer gané mucho más que perdí. Y es que escuché y me dejé aconsejar. Os lo cuento para que quede más claro. 

Una vez acabado el partido y haber jugado realmente bien, le pregunté a mi rival (aunque para mí se convirtió a los 3 minutos en compañero) cómo me había visto en la pista. 

Él, finito, deportista y experimentado en la materia ya que tenía 17 años más que yo y una media de 4 partidas jugadas por semana, no dudó en contestarme de la forma más honesta y amable posible.

Me dijo: "vas a acabar de los primeros en el torneo. No tengas ninguna duda. Tienes un saque espectacular, tiemblo con esa derecha de zurdo porque la puedes poner en cualquier lugar de la pista y una técnica envidiable, la mejor del torneo, peeeeeeeeeeero ese revés cortado, que tan bonito haces, no es nada efectivo. Ése ha sido tu Talón de Aquiles, tu perdición". 

Yo al principio no terminaba de ver su razonamiento de ganador, pero luego, jugando otro set extra de consolación me di cuenta que, aunque pareciera que mi revés cortado era bueno y colocado, a él se le quedaba la pelota perfecta para poder atacarme donde más me duele...A mí revés...hasta provocar mi fallo. 

Esta vez lo hacía más intencionadamente que nunca. Me estaba dando una Master Class y yo estaba aprendiendo a pasos agigantados de mi debilidad.
Pero, no conforme con ello se atrevió a decirme: "vamos a ponernos a pelotear en diagonal y vamos a entrenar tu revés a dos manos". 

Y yo, gustosamente accedí. Empezaba la segunda Master Class en menos de 1 hora. Me sentía un alumno privilegiado. Muy privilegiado. 

Ésta fue mi aventura del revés a dos manos: 

La primera bola... caña.
La segunda bola... cuerdas más caña.
La tercera... dentro.
La cuarta... más caña.
La quinta...
La sexta...
La séptima...

Fueron cientos de golpes que poco a poco fueron saliendo bien (tengo la suerte de aprender rápido). Aunque, como es lógico, otras se me fueron a la red, al pasillo... Pero no me importaba. Para eso está el entrenamiento, la constancia y la mentalidad de querer hacerlo bien. Y, sobre todo, aprender a escuchar todo lo que no haces bien para querer mejorarlo. Porque yo no soy perfecto. Para perfecto él, una persona que acababa de conocer y tuvo la molestia de ganarme, enseñarme, entrenarme y hacerme pasar un rato agradable. Y todo en dos horas. Genial.

Por cierto, la semana que viene he vuelto a quedar a jugar con él. Esta vez será un partido amistoso. Tengo ganas de seguir aprendiendo y de cosechar una nueva "victoria" como la de ayer.

XR


Ahora vamos a practicar unos saques de Conclusiones:

- Derrotas que saben a victorias. Ganar no significa puntuar. Ya no. Tú decides cuál es tu victoria. Porque hay veces que esa victoria es la experiencia, la compañía y hasta los buenos momentos que has vivido durante ese "partido" que juegas en tantas situaciones distintas de la vida. 

- Escucha a los sabios. No sabes tanto ni eres tan bueno como crees. Y no pasa nada. Es el encanto de ser humanos. Eso sí, no te acomodes y aprende para mejorar. Mejora para ser capaz, algún día, de poder enseñar. Hazte sabio en alguna materia.

- Entrena tus ganas de aprender... Y serás mucho más feliz. 


- Si lo buscamos...Nosotros, todos nosotros...




















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