Entradas

Por qué te quiero en 65 palabras

Imagen
Te quiero porque pienso en un presente y en un futuro contigo. Te quiero por cómo me has cuidado siempre y cuidas a todos los que tengo cerca. Te quiero porque disfrutas con mis tonterías, da igual las que sean, haciendo tu risa estallar. Te quiero porque vivir sin ti no hay manera. Te quiero porque tú, sí tú, me completas. Te quiero porque me gustaría... - Como en el vídeo, a mí también se me agotaron las palabras. 65 (para ser justos, 66) son muy pocas, ¿no?  Sin embargo, he de confesar que si tuviera 200, 1.000 o 50.000, seguirían siendo insuficientes para poder argumentar por qué te quiero. Sobre todo, a medida que van pasando los días, los minutos y los segundos junto a ti. ¿Por qué? Esta respuesta es sencilla y basta con 3 palabras... Porque te quiero. Por qué te quiero en 65 palabras Tu vida en 65 minutos

Una más, una menos

Imagen
Después de unos añitos evitándola, hace unas semanas me armé de valor, decidí dar un paso al frente y mirar cara a cara a esa preciosidad que hace que me derrita cada vez que paso por su lado (y mira que son veces). Esas curvas, esa elegancia, ese saber estar y ese don único de alegrar cada vez que alguien se arrima a ella. No sé cómo lo hace pero, sinceramente, a mí me vuelve loco. Loco de remate. Algo menos que un chiflado. O algo más, no sé. El caso es que, tras esta discreta y breve confesión proclamada a los cuatro vientos, cinco continentes (o 7, aquí ya no sabe responder ni Wikipedia) y los 8 planetas del Sistema Solar, excluyendo al enanito pero siempre querido Plutón, fui directo a por ella, la rodeé con mis brazos, apoyé mi frente a la suya y le dije "nena, hoy tú y yo vamos a empezar algo serio". Y como no me contestó, entendí que ella quería exactamente lo mismo. Sin mediar palabra subimos al coche y 20 minutos después aparqué, por llamarlo de alguna manera

No me digas que te bese, porque te besaré

Imagen
Besa. Besa Mucho. Pero no porque hoy sea el Día Internacional del Beso. Que también. Besa en cualquier lugar. Besa en cualquier momento. Besa a cualquier persona que merezca la pena. Besa de día y, sobre todo, de noche. Besa en la calle, en un sofá, en medio de una fiesta o al escaparte de ella. Besa en un coche o bajo la lluvia más intensa que hayas visto en tu vida. Besa a escondidas. Besa con el riesgo de que te pillen. Y besa en público. ¡Claro que sí! Que se enteren todos y que se contagien. ¡Besos para tod@s! Besa despacio. Besa rápido. Besa tumbado o ponte de puntillas  para besar. Para gustos, los besos. También roba besos para que luego te los roben a ti. O no. Pero tú róbalos igual. Besa con intensidad. Besa con pasión. Besa como si fuera la última vez y, a la vez, besa como si fuera la primera. Y en cada beso... Siente . Siente a qué sabe ese beso. Siente cómo se te eriza cada pelo de tu piel. Siente cómo se te disparan las pulsaciones. Siente que pierdes el

Dejemos que sigan pasando los taxis

Imagen
No. Lo confieso.  No quiero coger otro taxi . Esta vez no. Ni el siguiente. No cogeré ninguno más. Ya no quiero coger más taxis de vuelta perdiendo  la oportunidad de decir lo que pienso en cada momento,  dejando pasar lo  que siempre he buscado  o, peor aún, perdiendo lo que nunca he llegado a tener precisamente por callarlo una y otra vez. ¿Por qué motivo? ¿Miedo? ¿Respeto? ¡Qué tontería! ¡Qué tonto! Ahora prefiero helarme de frío con improvisadas sentadas en una escalinata o con paseos eternos hacia cualquier destino incierto en los que poder susurrar, insinuar o gritar cada palabra o gesto que, acertado o no, te lo prometo, será sincero y, por qué no decirlo,  una auténtica locura . ¿No sería genial que lo hiciéramos todos? Porque la vida, en realidad, va de eso. De lo contrario, esta maravillosa vida pasa y pasa y no nos damos cuenta hasta que un día es tarde. O bueno, no.  En realidad, nunca es tarde para dejarse llevar. Así que si vuelvo a coger un taxi, te lo prometo

Volverás a brillar

Imagen
¡Hola, hola y hola! Ya tenemos las Fallas a la vuelta de la esquina, nunca mejor dicho. Allá donde vayas, en cada cruce, vemos plantado un hermoso monumento de cartón piedra con su temática particular. Todas ellas poniendo su mejor cara para recibir miles de fotos, miles de rostros de emoción e, incluso, hasta miles de lágrimas derramadas por sus bonitas falleras Mayores y no tan mayores. Y esas Fallas nunca vienen solas, ¡qué va!  Súmale una Mascletà cada día desde el 1 hasta el 19 de marzo.  Súmale "Despertàs".  Súmale "Nit del Foc" (mis favoritas).  Súmale procesiones para vestir de flores a la Virgen de los Desamparados (nuestra Geperudeta). Y súmale, fiestas, música, alcohol y alegría. Mucha alegría. Y afonía, ¡muuuuucha afonía! Así que felicidades y a disfrutar, faller@s, vecin@s y turistas. Algunos locos nos colaremos por vuestras fiestas (si es que no lo hemos hecho ya ;P). Y tras esta introducción vamos a decir al senyor pirotècnic que puede c

Eso sí que es una auténtica locura

Imagen
“Búscate a una loca, de las de remate. De la que cuando piensas que no puede hacer algo más estúpido,  va y te sorprende con algo inesperado...” Una de esas que no entiendas sus reacciones y te dé por pensar. Por cuestionarte todo y por querer cuidarla y protegerla ya que parece que algo le pasa. Búscate a la que cometa sus propias locuras, sin contar contigo, y confía en ella. Porque eres así. O quieres ser así. Respétala. Mímala y perdona esas locuras. Todas. Porque si aguantas, si soportas todo eso, te amará con locura.  Porque eso es el amor y eso es lo que dice esta especie de poema, ¿verdad? No, en serio. Dormilón despierta, d éjate de tonterías y búscate una persona normal.  Que haga locuras, sí. Pero por ti. Y contigo.  Que te mime. Que te abrace. Que te eche de menos hasta cuando bajas dos minutos a comprar el pan.  Ésa misma.  La que te cuide. La que te quiera y la que no se cuestione una y otra vez si eres o no tú la persona que quiere que acomp

Bajo el volcán... Y con el impulso del huracán

Imagen
Ayer, inmerso en un año repleto de retos, incluso de retos dentro de esos mismos retos, corrí por primera vez 15 kilómetros del tirón. Sí, la popular 15K de Valencia. Y no es que me guste correr. ¡Qué va! El deporte sí, demasiado, pero correr por correr… ¡Bahhh! Podría afirmar que corrí (y sufrí), y tengo que seguir corriendo (y sufriendo), como reto para conseguir otro reto mayor. De ahí mi primera frase en esta entrada.  Pues eso, que no me gusta correr (no estoy seguro si lo había dicho ya antes...) pero me aún me gustan menos, si cabe, correr distancias largas. ¿Por qué?  Básicamente porque tienes minutos, muchos minutos, hasta algo menos de una hora y media (que fue mi marca del pasado domingo) para luchar contra tu propia cabeza. Es difícil imaginar la de cosas que te pasan por el coco durante ese tiempo donde estás rodeado de tanta gente y, a la vez… Tan solo. Es algo así como si fueras a terapia a tu propio psicólogo interno que te motiva durante siete segund