¡DÓNDE VAS CON TANTO PAN!

Eso de pasar frío está sobrevalorado. Y no lo digo yo, lo dice Carlos Sadness.  Un tipo peculiar, delgadito, con pelazo liso hasta la altura del ombligo y que en los conciertos saca su Ukelele para hacernos gozar. La historia de esta canción nos pasa a todos y a todas. Muchas veces somos nosotros mismos los que nos vamos a ese sentimiento en el que nos congelamos física pero, sobre todo, emocionalmente. Parece que no hay salida y que la temperatura baja, y baja y baja. ¡Pero no! De repente, sucede algo especial... ¡Y, toma, en invierno tomando el sol! Esas dudas, esa inseguridad que te hacía huir hasta las altas y heladas montañas, romper de raíz con todo lo vivido y pensar que lo mejor es olvidar, resulta que se transforman en un lugar paradisiaco u otro que has visitado recientemente, elevándote a la temperatura ideal en la que quieres ponerte el bikini para no quitártelo nunca más. Porque... "Oh, oh, oh! A tu lado siempre calor!"  Pues eso... ¡que suba la temperatura

Hoy, volviendo del trabajo en el coche, me ha venido a la cabeza una de mis canciones favoritas de Supersubmarina y no es otra que la que da nombre al grupo.  Lo curioso es que, en lugar de poner la original (Chino, Jaime, Pope y Juanca, disculpadme), he buscado directamente la interpretada por María Villalón y Mario Jefferson. Una delicia para los oídos, os lo aseguro. El caso es que mientras la oía y disfrutaba de ella, me daba cuenta de algo muy importante: la versión original de las cosas ya no se valora tanto. Y de las personas... Tampoco. Cualquiera puede llegar a mejorar lo que haces, lo que creas o lo que inventas. Cualquiera puede ser capaz de mejorar, incluso, tu propia personalidad.   Por lo tanto, no te compliques. No te esfuerces en ser perfecto, ni en ser único. Ya no importa. Simplemente sé feliz con lo que haces, con lo que dices y con tu forma de tratar a las personas. Y sonríe. Sonríe mucho. Por ti. Por mí. Por todos. Yo,mientras, seguiré aquí sentado...

Día 6 de enero... ¡Ya han venido los Reyes Magos! Decían que una de las grandes penas del ser humano es crecer y perder la ilusión por las cosas. ¿Qué fue de nuestro yo de niño que preparaba 3 vasos de leche, comida y limpiaba a conciencia los zapatos (sí, los zapatos también se limpian) para que sus Reyes Magos le trajeran tooooodo lo que había pedido?  Anoche recordaba algunas anécdotas con mi abuela y hasta se me erizaban los pelitos sólo de escucharla. Benditos momentos.  Es cierto que algunos recuperan algo de esa ilusión a través de sus primos, sobrinos o hijos. Pero, aunque sea una sensación parecida, nunca es lo mismo. Y es que, a medida que crecemos, perdemos mucho de ese brillo en los ojos, de esas palabras que no puedes expresar por los nervios, de ese rostro de emoción que contagia y hace débil hasta al más fuerte... Perdemos esa Magia y Efectos especiales que nos hacen únicos y sorprendentes. Hoy, haciendo reflexión, veo que han pasado los años y mis e

Ayer, 31 de diciembre, todo el mundo expresaba sus valoraciones y sensaciones del año que ya nos ha dejado, el 2015.  A partir de hoy, 1 de enero de 2016, todo el mundo hablará de sus objetivos para el año que ya se nos ha echado encima.  Mi valoración del pasado me la guardo para mí y como objetivo principal del futuro sólo tengo uno: HACER REALMENTE FELIZ A CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE NOS HACEN FELICES. Esta frase se la dije hace pocos días a una personita especial y que me conoce bien. Desde entonces no he parado de darle vueltas y entender qué significaba realmente lo que dije. Ahora creo que ya lo tengo claro y lo voy a intentar resumir de una manera "Maravillosa" para que, si te gusta mi objetivo, te lo copies. Yo encantado... Y feliz. HACER REALMENTE FELIZ A CADA UNA DE LAS PERSONAS QUE NOS HACEN FELICES. Expresarse sólo con palabras no son más que  "Vasos vacíos" Alíñalas con gestos, caricias, sorpresas, bromas y complicidad. "No