No me digas que te bese, porque te besaré
Besa. Besa Mucho. Pero no porque hoy sea el Día Internacional del Beso. Que también.
Besa en cualquier lugar. Besa en cualquier momento. Besa a cualquier persona que merezca la pena. Besa de día y, sobre todo, de noche.
Besa en la calle, en un sofá, en medio de una fiesta o al escaparte de ella.
Besa en un coche o bajo la lluvia más intensa que hayas visto en tu vida.
Besa a escondidas. Besa con el riesgo de que te pillen. Y besa en público. ¡Claro que sí! Que se enteren todos y que se contagien. ¡Besos para tod@s!
Besa despacio. Besa rápido. Besa tumbado o ponte de puntillas para besar. Para gustos, los besos.
También roba besos para que luego te los roben a ti. O no. Pero tú róbalos igual.
Besa con intensidad. Besa con pasión. Besa como si fuera la última vez y, a la vez, besa como si fuera la primera.
Y en cada beso... Siente. Siente a qué sabe ese beso. Siente cómo se te eriza cada pelo de tu piel. Siente cómo se te disparan las pulsaciones. Siente que pierdes el sentido y te dejas llevar.
Siente si después del primer beso necesitas otro, y otro, y otro... Y otro. Siente si es tu nueva droga sana. Como la de los runners, HBOners o Netflixers pero mejor. ¡Y tanto que mejor!
Siente ese beso en forma de cuerpo que se aleja y que quieres volver a tener cerca cuanto antes. A ese beso acompáñale con un abrazo.
Y por último, siente si no sientes nada. De ser así, de verdad, lo siento.
Porque no hay nada como un beso para saber qué sentimos en realidad. O qué hemos dejado de sentir. Ese dulce contacto entre dos personas nuevas, o conocidas, y que puede revolucionar todo tu mundo. Esto no nos lo enseñaron en la escuela, ni pretendo enseñarlo yo.
Así que ya sabes. Besa como si no hubiera un mañana y que no me entere yo que en algún momento, por mínimo que sea, se te secan los labios.
Y por supuesto, no me pidas que te bese... Porque te besaré. Y si no me lo pides, también.
#FelizDiaInternacionalDelBeso
Besa en cualquier lugar. Besa en cualquier momento. Besa a cualquier persona que merezca la pena. Besa de día y, sobre todo, de noche.
Besa en la calle, en un sofá, en medio de una fiesta o al escaparte de ella.
Besa en un coche o bajo la lluvia más intensa que hayas visto en tu vida.
Besa a escondidas. Besa con el riesgo de que te pillen. Y besa en público. ¡Claro que sí! Que se enteren todos y que se contagien. ¡Besos para tod@s!
Besa despacio. Besa rápido. Besa tumbado o ponte de puntillas para besar. Para gustos, los besos.
También roba besos para que luego te los roben a ti. O no. Pero tú róbalos igual.
Besa con intensidad. Besa con pasión. Besa como si fuera la última vez y, a la vez, besa como si fuera la primera.
Y en cada beso... Siente. Siente a qué sabe ese beso. Siente cómo se te eriza cada pelo de tu piel. Siente cómo se te disparan las pulsaciones. Siente que pierdes el sentido y te dejas llevar.
Siente si después del primer beso necesitas otro, y otro, y otro... Y otro. Siente si es tu nueva droga sana. Como la de los runners, HBOners o Netflixers pero mejor. ¡Y tanto que mejor!
Siente ese beso en forma de cuerpo que se aleja y que quieres volver a tener cerca cuanto antes. A ese beso acompáñale con un abrazo.
Y por último, siente si no sientes nada. De ser así, de verdad, lo siento.
Porque no hay nada como un beso para saber qué sentimos en realidad. O qué hemos dejado de sentir. Ese dulce contacto entre dos personas nuevas, o conocidas, y que puede revolucionar todo tu mundo. Esto no nos lo enseñaron en la escuela, ni pretendo enseñarlo yo.
Así que ya sabes. Besa como si no hubiera un mañana y que no me entere yo que en algún momento, por mínimo que sea, se te secan los labios.
Y por supuesto, no me pidas que te bese... Porque te besaré. Y si no me lo pides, también.
#FelizDiaInternacionalDelBeso
Este fin de semana es el día internacional del beso y me he acordado de esto...
ResponderEliminarYa lo sabes,no me pidas que te bese, porque te besaré.